En los últimos días cualquier persona que haya abierto un periódico, visto un telediario, o se haya montado en un taxi con la radio puesta habrá escuchado una sentencia más o menos tal que así "El FMI y el Eurogrupo salvan a Grecia". La noticia no la voy a relatar, porque más o menos cualquiera sabe de lo que va el asunto. Lo que si voy a hacer, si me lo permiten, es darle una pequeña vuelta de tuerca a ese titular tan "objetivo".
El plan de ayuda del FMI y el Eurogrupo consta de unos 110.000 millones de euros (no lo digo en pesetas porque marea). Este dinero está destinado a cubrir los agujeros que, de forma intencionada, se hicieron en la contabilidad nacional del país heleno. Este dinero, del que prácticamente participamos todos, será devuelto por Grecia poco a poco.
¿Cómo devolverá Grecia este dinero? A costa de las clases trabajadoras. Subiendo el IVA y congelando pensiones y gasto público. Es decir, serán los sectores mas débiles los que, como siempre, paguen los platos rotos de la camarilla de Atenas que falseó las cuentas griegas para atraer inversores que especularan. En otras palabras, un albañil griego pagará algo que, según mi punto de vista, no tiene ni puta idea de lo que es. Y el mundo tan tranquilo.
Pero lo mejor de todo no es el agujero de Grecia o el cómo se va a pagar los prestamos que ahora reciban, no. Lo más grave, a mi forma de verlo, es que si la crisis griega no supusiese un peligro de inestabilidad real del euro (y, por tanto, de la economía mundial) aquí no hubiese pasado nada. Ni el FMI ni la UE hubiese salido al rescate de nadie, y ni mucho menos hubiesen dado las "facilidades" de pago que le han dado a Grecia (aunque eso de facilidades es un decir, para ser más cercanos a la realidad diremos que sus dificultades de pago son menores). Es decir, que lejos de parecer esto una cuestión política, democrática y solidaria; es una cuestión empresarial y netamente capitalista. Si la inversión privada no estuviese comprometida (es decir, si simplemente fuese un país como Zimbabue donde lo realmente importante no es ayudarle al desarrollo sino hundirlo en la ruina para expoliarlo) nunca se habría movido un solo dedo y los griegos tendrian una mano delante y otra detrás.
Y el asunto no es baladí. La inversión francesa en Grecia era muy alta (tan alta que Alemania -sus empresarios, me refiero- se frotaban las manos viendo el hostiazo que se pegarían los franceses), y ello al final provocó que las ayudas saliesen finalmente hacia Grecia. ¿Seguimos creyendo en la democracia, o hacemos como los Estados Unidos y simplemente nos resignamos gritando "God Bless USDollar"?
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