Hoy lo he decidido. Reniego del fútbol, o al menos de todo el fútbol que venga de la Liga de Fútbol Profesional o que le dé rendimientos a esta de alguna forma. Lo siento, pero yo soy patriota. Soy patriota porque pago mis impuestos y porque mis padres, de cuya nomina no se libran, los pagan a pies juntillas.
Harto estoy de hijos de autónomos acaudalados que reciben las becas que me deniegan. Harto estoy de pacientes que pagan las operaciones sencillas en las clínicas privadas y que luego son atendidos en las publicas en las intervenciones costosas y de envergadura. Harto estoy también de todos esos tipejos que inventan y desarrollan la ingeniería fiscal y que tienen la poca vergüenza de llevar a los centros de estudio (avanzados, por supuesto) los métodos de evasión de impuestos que marcan tendencias en las grandes avenidas de todas las grandes ciudades. Tan harto de todo eso estoy que solo me queda descargarme viendo un partidito de fútbol o desquitarme con una buena partidita a la Play. Sin embargo, desgraciadamente, eso también se me acabó.
Resulta que la Liga de Fútbol Profesional se ha mosqueado y ha iniciado una insurrección secesionista para con los españoles. No quiere que sus jugadores extranjeros tributen igual que cualquier español. Y lo de cualquier es un halago para todo español, porque por cualquier español debemos entender a partir de ahora a aquel español que cobre mas de 600.000 euros al año. Viruta.
El asunto se inicia porque los comunistas -esa gente malota, malota- han hecho una acción revolucionaria: han propuesto eliminar la "Ley Beckham". Entonces la LFP se enfada y dicen que van a parar la Liga, porque... bueno, pues porque sí. Porque no es justo que mientras hay 3.800.000 parados (según el Gobierno, porque son más), los futbolistas con sueldos astronómicos tengan que pagar más. No hay derecho.
Sin embargo que nadie se asuste. El Gobierno ya ha asegurado que esto entra en vigor a partir de los contratos hechos el día 1 de Enero de 2010 (es decir, sobre contratos que aun no se han hecho), y que para los que ya están contratados que no se preocupen; dice el gobierno que se amplia la Ley Beckham cinco añitos más. Una vez más el gobierno amaga con la izquierda (es mas bien la izquierda la que obliga al gobierno a amagar) y chuta con la derecha.
Y yo, que soy comunista -o al menos lo pretendo-, entendiendo que es de justicia moral darle la espalda a la LFP, declaro que a partir de hoy y de forma indefinida queda el fútbol suprimido de mis aficiones, ya sean cibernéticas o televisivas. Les invito a seguirme a ese mundo idílico don de el fútbol sea un deporte y no un espectáculo capitalista.
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